El director refleja de lo que es capaz un padre para que su hija, enferma de leucemia, tenga lo que él cree que la haría la niña más feliz del mundo, un traje de un diseñador japonés de una serie de anime que es único en el mundo. Durante las 2 horas de película se da rienda suelta a una historia tras otra con personajes de todos tipos, cada uno con su puntazo de personalidad que los distingue del resto. Bárbara, una joven con algún tipo de trastorno psiquiátrico (que a mi entender no dista tanto de una persona no calificada de enferma mental) se ve envuelta en una serie de acontecimientos desencadenados por una espiral de sentimientos que alguien tendrá que resolver en algún momento.
Para mí, una genialidad. Espero que os guste. Un saludo.
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